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NOVIEMBRE ES CULTURAL (Morir es parte de vivir)

NOVIEMBRE ES CULTURAL (Morir es parte de vivir)

Y yo comencé a cantar: «Apartir de mañana empezaré a vivir, la mitad de mi vida. A partir de mañana empezaré a morir, la mitad de mi muerte…» así finaliza la última novela publicada por el escritor salvadoreño Mario Avalos una trama del realismo sucio; con un final que nos lleva a darnos cuenta de la verdadera esencia de la vida y a entender que todos los días nos estamos muriendo… En Latinoamérica lo hemos comprendido, entré dialectos, acentos, religiones, política, moneda, tamaño o distancia entre cualquier diferencia que los países latinoamericanos podamos tener existe algo que de manera directa o indirecta nos mantiene juntos como un solo gigante  y es la riqueza cultural, los colores, sabores, celebraciones, tradiciones, el llanto y la risa uniendo siempre los pueblos, las montañas se mueven para juntarse cuando de celebrar una tradición se trata, los siglos han caminado y está celebración continua según académicos “La celebración del día de muertos hoy en día es meramente católico y con un natalicio prehispánico, hay que entender que el día de muertos No es una adaptación de Halloween, es una celebración de descendencia indígena” nuestros ancestros la celebraron durante 3,000 años antes del siglo XV cuando aún no se había conquistado nuestra tierra, después de la llegada de los Cronistas, el cambio fue abrupto en la historia de Latinoamérica y los festejos perdieron su forma inicial, en la antigüedad la celebración a los muertos era un fiesta pagana porque se celebraba al dios de la muerte, se guardaban los cráneos de los que se fueron y se creía que en esta celebración el difunto volvía y se introducía en su cabeza, por ello se le daba de comer a los cráneos y se festejaba con bailes y cánticos, en la actualidad en países como Ecuador y Bolivia esto se sigue realizando con una efervescencia parecida por ejemplo en Ecuador los indígenas son la cuarta parte de la población ecuatoriana por ello en Ecuador la fiesta es muy predominante suelen hacer comidas sobre la tumba del difunto y se cree que el difunto come con ellos, en el calendario boliviano podemos encontrar esta celebración, en el país sudaamericano Bolivia los cráneos son guardados y se colocan en altares y se les da de comer, esto parece descabellado pero ahí es  visto normal y con alegría, este tipo de costumbres se dice que son mesoamericanas pero por lo visto los andinos lo viven con una pasión intrañable, claro que la manera de celebrar varía según el país, Nicaragua no celebra al igual que El Salvador, México sin lugar a dudas nos ha transmitido su riqueza florklorica y artística teatral, la evidencia de que  está tradición une a la Latinoamérica y nos une a todos con el pasado con nuestros ancestros y sobre todo con nuestros difuntos, en la Mesoamérica los aztecas los incas los mayas celebraban hasta un mes completo a los muertos pero hoy en día en algunas regiones se festeja desde el 28 de octubre hasta el 2 de noviembre, en la mayoría de países latinoamericanos se celebra el 1 y 2 de noviembre son dos días de conmemoración en El Salvador y en la región Centroaméricana, esta celebración a caminado tanto, es de tanto peso  para la humanidad desde el ámbito histórico hasta el artístico y cultural que la UNESCO lo estableció desde el 2008 como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, es un patrimonio que no podemos perder, porque si lo perdemos estaremos dejando ir más de cinco mil años de historia, es por eso que estos dos días en Centroamérica son festejados a lo grande, en El Salvador son llamados “El día de los santos inocentes” y “El día de los fieles difuntos” por lo regular se visitan los cementerios y se dejan flores coloridas elaboradas de plástico y serpentinas, la finalidad es llenar de colores el panteón y hacer sentir acogidos a nuestros difuntos, el primer día es considerado el día de los inocentes y se visitan en el cementerio a los niños el segundo día a las personas adultas, así mismo en algunos hogares se elaboran altares y se va a la iglesia a rezar, en El Salvador se han adoptado algunas tradiciones ajenas como por ejemplo la “Calavera Garbancera” este tradicional personaje de la cultura mexicana utilizado el día de los muertos, es una mujer esqueleto que lleva un  sombrero de flores coloridas sobre su cabeza, seguramente se estarán imaginando la famosa  “Catrina” acá en El Salvador las compañías de teatro acostumbran llevar las mujeres del elenco  maquilladas como catrinas con sus trajes negros largos y sombreros despampanantes a todos los cementerios del país, una muestra de que la imágen de la Catrina mexicana que José Guadalupe Posada creo en 1912 ha sido tan potente que cruzó fronteras y ha llegado también a El Salvador, la catrina es una imagen simbólica del día de muertos su origen surge de una crítica social “clasista” respecto a la sociedad mexicana en 1912, el significado de esta peculiar manifestacion artística es que la muerte nos iguala a todos, porque al final todos nos podrimos, nos engusanamos, somos calaveras que terminan por desaparecer y volvemos a la tierra de donde somos. Vale recalcar que fue Diego Rivera el muralista mexicano quien la nombró Catrina y la despojo de la crítica social y política y la doto del maquillaje elegante que hoy se maneja en México y diferentes países. Aldo Vicencio poeta y escritor mexicano nos dice: la Catrina para mi es una personificación popular de la muerte. En un principio, el personaje era una sátira, la proyección hacia lo universal, una matrona elegante, exquisita, que nos aguarda tras morir, En la Ciudad de México su presencia y popularidad es abrumadora. Es un personaje con presencia casi absoluta en las celebraciones: en altares, dibujos, calaveras de papel maché, las calaveritas de azúcar, disfraces, Es un símbolo no solo de la festividad si no de México y en el carnaval que vivimos sea cual sea nuestra condición. Es la celebración del vínculo, de la memoria que reconforta, y resignifica nuestras vidas, y las de los otros.

NOVIEMBRE ES CULTURAL (Morir es parte de vivir)Foto: Aldo Vicencio (México)

La catrina representa la muerte y la muerte es parte de todos; la muerte es la verdad más absoluta que el ser humano posee es vista de distinta manera, un niño la entiende de una forma y un adulto de otra, hasta un anciano puede tener más temor a la muerte que un niño, la antropóloga social y poeta Laura Panizo de nacionalidad argentina nos dice: Si bien, Para algunas comunidades este festejo puede estar muy asociado a cada creencia religiosa, para otros grupos sociales es un día más para festejar en comunidad en recrear en reforzar lazos de amistad o familiares, pero no está asociado con ciclos vitales, es un día más incorporado como lo es la Navidad pero no hay una figura como el “Papá Noel” en esta ocasión es la muerte, las prácticas increticas donde se incorporan tradiciones de otros lugares, se adecuan, ciertas prácticas que tienden a ritualisarse y que incorporan símbolos y que focalizan la acción en determinado momento y que crean reprocidad en la sociedad son bienvenidas. Mientras en Nicaragua se celebra en el cementerio haciendo un campamento, cena especial según lo que el difunto disfrutaba comer y la familia se queda durmiendo junto a la tumba de su familiar, en  Guatemala se elevan cometas gigantes al cielo en ellas ponen cartas o mensajes a sus familiares que ya no están acá en el plano terrenal y se consume la famosa comida del día de muertos Finanbre, ese día nace la flor de muerto tradicional en Guatemala, en Honduras, Costa Rica y Colombia se maneja una fuerte influencia religiosa por lo tanto ese día se festejan a los muertos con altares y ofrendas de agradecimientos por favores consedidos.  En cada país latinoamericano como lo dijo la antropóloga Laura Panizo está celebración la asocian de diferentes maneras ya sea religión o costumbre prehispánica pero las masas sigunlar mente traen con nosotros la muestra artística y artesanal, seguramente ya se dieron cuenta pero el altar no puede faltar en el festejo; en todos los países mencionados se coloca uno, escalonado con calaveras y luces decorativas flores y el tradicional pan de muerto y pétalos de senpatuchi, en el altar va puesto las pertenencias del difunto, si el difunto era escritor se colocaba sus libros en el altar,  en México se cree que si un muerto  no tiene su fotografía en un altar no puede trascender, esto se muestra en la película animada “Coco” de pixar una producción cinematográfica en honor al día de muertos situada en México dónde un niño es el protagonista quienes ya vieron la película entenderán que el personaje Héctor esposo de la matriarca Imelda estaba por desaparecer porque su foto no estaba en el altar, esto es una muestra primero de como el arte difunde el día de muertos, segundo de cómo México ha ganado terreno culturalmente, debido a su fervor patriótico y amor a sus tradiciones de parte de jóvenes y adultos, una fiesta llena de misticismo y símbolismo espiritual patrimonio de la humanidad, está celebración nos recuerda al mundo entero que somos iguales, sin importar sexo, clase, preferencia o religión, todos tenemos un único destino una verdad de la cual no nos podemos apartar y es la muerte, se celebra la muerte “dicen” pero si le preguntas a un latino te responderá que se celebra la alegría de vivir y los recuerdos con su difunto y si se ha de pensar en la muerte debemos saber que solo es una puerta más por cruzar.

FUENTES:

  • Revista HABLACULTURA
  • Revista COMECUEX- Ecuador
  • Novela Apartir de mañana- Mario Ávalos
  • Diccionario mundial- Laurusse
  • Periodico Milenio – estado de México
  • Xataka.com opiniones PIXAR
  • Los poetas salvadoreños no sabemos morir- Revista Kametsa Helen Jovel
  • Antropologa social y poeta Laura Panizo-Argentina
  • Aldo Vicencio Poeta y escritor- Mexicano

Entrevistas e investigación por columnista Helen Jovel Agreda 2023 ©

 

 

 

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