Imagen de portada por: Elias Córdova
[Tikishmatikan ne tunelwayu] UN DIALECTO UNA IDENTIDAD
La riqueza no significa con exactitud una posición social la riqueza está en nosotros esta aquí en todos las esquinas del Kuskatan la riqueza de El Salvador la podemos encontrar en todos sus volcanes en sus lagos el paisaje del cielo sus sendas y flores cada uno con nombres que seguramente pocas veces han escuchado que determinan “quienes somos” por ejemplo chinameca que significa Casa de (chinamas) paja, tenemos Cihuatan que significa lugar de mujeres, tenemos Citala un lugar donde abundan las estrella según nuestro dialecto, seguramente has escuchado la canción “Adentro Cojutepeque” pues este es el nombre de un municipio de El Salvador Cojutepeque significa en el cerro del faisán, casi todas las aldeas de El Salvador tienen un nombre en nuestro dialecto original y también resguardan nuestros rasgos, ahora bien nos vamos a dirigir al occidente del país exactamente en Ochupse Arriba ubicado en el Departamento de Santa Ana, El Salvador con una altitud de 1,071 metros, ubicado también cerca de la aldea Calzontes porque nos dirigimos acá pues por la siguiente razón el artículo “1932 en la visión de un descendiente Nahuat Pipil” publicado en la revista Hunam.com podremos encontrar las palabras de un descendiente y defensor de la identidad cultural, nacido exactamente en esta aldea Ochupse Arriba donde nos describe que viven muchos más hablantes Náhuat, su nombre es Alexandro Tepas y nos dice através del medio escrito lo siguiente: “Naha nutugey Alexandro Tepas Lapa, nunesi iwan sihuatehuácan, iwan cujtan Ilamatepec, ochupse Arriba; nunanuya tinesi iwan Asuncion Izalcu”. una presentación de su persona en el dialecto también nos hace otras observaciones críticas en el artículos tales como: ¿Porqué nos llaman Indios o Indígenas? Alexandro Tepas nos dice que es un apodo, basado en la misma discrimación y es lamentable que etnólogos, antropólogos, historiadores e instituciones como la iglesia que cumplían función educadora, hayan sido cómplices en difundir a lo largo y ancho de El Salvador y de América, el calificativo, sabiendo que lingüísticamente está mal dicho o mal empleado, ahora bien también existen los defensores de nuestra lengua claro ejemplo es el sociólogo Elias Córdova un cantante de rap en nuestro dialecto original, através de la revista hacemos la siguiente publicación de la entrevista escrita de nuestros artista salvadoreños a continuación:
¿Quién es Elías Córdova? Mi primer apellido hubiera sido Culi (como mi abuela materna Josefina Culi Córdova) si esta sociedad no fuera “patriarcal” y “machista”, y si la clase dominante de esta nación hubiera tomado un camino distinto al de la represión, que llegó al grado de asesinar a quien hablara náhuat y vistiera camisa de manta. El “mestizaje” del cual soy parte no ha sido una historia de “conquista” bonita; al contrario, y tomar conciencia de ello me llevó desde pequeño a interesarme por este tema del cual se me enseñó poco en el sistema educativo salvadoreño.
¿Desde cuando hablas Náhuat? Desde pequeño aprendí palabras como tamal, atol, tacuacín, alguashte, capulín, tepet, apan y muchas más, luego en junio de 2014 me di cuenta que en la Casa de la Cultura de Santa Ana iniciaría un curso de náhuat, impartido por la Iniciativa Portadores de Náhuat al cual asistí por motivos personales y académicos en un momento donde estudiaba cuarto año de Lic. En Sociología en la Universidad de El Salvador, Facultad Multidisciplinaria de Occidente.
¿Qué significa el Náhuat para ti, en tu vida? En primer lugar, definir qué es: 1) lingüístico y 2) Etnológico. En lo lingüístico es un idioma perteneciente a la familia yuto nahua y como todo idioma o lengua tiene sus variantes y dialectos. En el caso salvadoreño en la actualidad se hace la diferencia entre la variante “suave” y la “fuerte” (ejemplos: zágat, zácat (césped); tágat, tácat (hombre). En lo etnológico se refiere al grupo étnico o pueblo náhuat o náhuat pipil, que existe en este territorio desde antes del Estado salvadoreño, aproximadamente desde el siglo V d.C. y me autodefino como perteneciente a esta población por mi ascendencia “mestiza” compuesta por herencia castellana y náhuat. Para mi tiene un significado muy grande ya que representa una buena parte de mi como persona salvadoreña y pese a estar en peligro de extinción no ha muerto y aún podemos aprender mucho de dicha identidad étnica y cultural para construir un mejor presente y futuro.
¿A partir de cuándo y dónde inicia el amor por este arte musical? El género musical RAP (Rithym And Poetry, ritmo y poesía) me gustó desde temprana edad, al tener acceso al RAP estadounidense, mexicano, puertorriqueño, salvadoreño como Pescozada, luego conocí el Rap suramericano de conciencia, principalmente de las raíces indígenas u originarias de este continente ahora llamado América, así como en Guatemala el trabajo de Balam Ajpú. De adolescente supe la historia del RAP y del Hip Hop en general y me identifiqué con ella, además de conocer a personas que practicaban alguno de los cuatro elementos (además del RAP está el Break Dance, el Graffitty y el MC o maestro de ceremonia) en mi lugar de esparcimiento que era el Redondel de la Colonia El Palmar en Santa Ana.
Imagen por Elías Córdova
¿Cómo inicia la travesía musical y esta idea de incluir nuestro idioma ancestral náhuat? Desde 2017 cuando estaba cursando un diplomado por el Derecho Humano al Agua en Plataforma Global El Salvador sede Suchitoto, al mismo tiempo se impartió un curso de Música Activismo impartido por Dabú y al que asistieron raperos de diversas partes del país como Ras Hop, Zuckre, Queen de Hip Hop Femenino, Joven Urban (Q.D.E.P.), Poek, Wesk, Snif, Ras Jahferson, etc. quienes me dieron la oportunidad de participar en tres canciones colectivas y me animaron a elaborar canciones en náhuat al darse cuenta que yo estaba estudiando dicho idioma.
¿Cómo se está desarrollando el trabajo, hasta donde han llegado? Como Nawilía (significa “nahuatear” o hablar el idioma náhuat) inicié en enero de 2022 en un contexto donde se conmemoraba el 90 aniversario de la matanza de 1932 en el occidente y centro del país y donde fueron asesinados entre 10 mil y 30 mil campesinos indígenas náhuat. Esta temática tiene cabida en la primera producción de un disco publicado en 2023 titulado “Túpal-Tit” (Lo nuestro- Fuego) también incluyo la importancia de nuestros alimentos nativos principalmente derivados del maíz, del sol y demás elementos de la naturaleza. El disco está en Youtube, y próximamente espero sacar el nuevo disco llamado “Túpal-Tal” (Lo nuestro- Tierra) que consta de 9 canciones donde me enfoco en este elemento tan importante para el pueblo nahua. Agradezco los espacios abiertos a mi persona en lugares como Rocko Chitlán en Suchitoto, Intifada en Santa Ana, Charabar en San Miguel, festivales como el Utopía en comunidad Santa Marta de Cabañas, en la Universidad de El Salvador y en la comunidad de Izalco, Witzapan, Sonzacate, Tacuba, Nahuizalco, en Nueva Esperanza de Jiquilisco, entre otros. En este año 2024 participaré en la séptima edición del concierto A2Bandas organizado por el Centro Cultural España.
¿Cuántas personas participan del proyecto musical? No hay un número exacto, se tiene el apoyo directo de beat makers locales como Vizar Chain de Cuscatancingo y Ras Hop de Lourdes Colón, Dabú de Suchitoto, Marcelo quien es un joven salvadoreño nacido y radicado en Estados Unidos; en la producción de videos con Vizar Chain y en la grabación de voces en el estudio Temazcal de Mauricio Miura, integrante del grupo Nietos del Jaguar. El grupo Indezoquixtia (Indígenas Sangrando Libertad) también ha aportado con una canción: “Ne Sinti” (El Maíz) al disco Tit (Fuego). Agradezco el apoyo de quienes han apoyado comprando discos en físico, camisas, centros y stickers tanto dentro como fuera del país.
Foto créditos: Universidad Don Bosco (UDB)
¿Qué le dirías a las nuevas generaciones respecto a tu pasión? Que lastimosamente hemos crecido en un entorno social donde se nos ha enseñado a avergonzarnos en lugar de tener orgullo de nuestras raíces más profundas, y es nuestro derecho y deber conocer de nuestra identidad cultural náhuat y otras como lenca o potón, kakawira o pisbi, mayas, afros y asiáticas, además de la herencia española y europea, así como estadounidense de herencia más reciente. Estamos en un mundo más globalizado que hace unos 20 años y los animo a contribuir a este proceso a nivel mundial desde nuestra tierra, esto implica seguir aprendiendo e investigando del patrimonio cultural material e inmaterial de este país, de Centroamérica y de este continente y planeta Tierra en general.
¿Qué tienes que decir referente a nuestro idioma náhuat, qué medidas tomarías tú para que conozcamos nuestra identidad cultural? Todos podemos al mismo tiempo ser alumnos y maestros en esto del náhuat, debido a la herencia recibida por nuestras abuelas y abuelos y familia y comunidad conocemos nahuatismos en temas tan diversos como la alimentación, la siembra y cosecha de frutas, verduras y tubérculos, historias locales, animales, nombres de lugares, e incluso normas de comportamiento para ser mejores personas. Les invito a revisar material ya disponible en internet como diálogos con nahuahablantes o hablantes nativos del náhuat, a quienes se les debe apoyar con medidas que superen el asistencialismo tradicional y apostarle a la autosuficiencia o emprendedurismo más colectivo que individual, del cual contamos con herencia de organizaciones originarias como los consejos comunitarios y cofradías, que si bien debido al impacto de la época colonial adoptaron características castellanas, también manifiestan elementos originarios prehispánicos.
Hemos podido visualizar la pasión de un artista salvadoreño un defensor de quienes somos através de su obra y ámbito profesional ejecutado a diario, para finalizar dejamos un fragmento de la publicación titulada “Última lengua indígena” por Universidad Don Bosco de El Salvador mejor conocida por (UDB) dice de la siguiente manera “Es una lengua moribunda, al borde de la extinción. Lo hablan como lengua materna menos de un centenar de personas en el municipio de Santo Domingo de Guzmán, Sonsonate, último asentamiento de pipiles nahuaparlantes del país. El resto de los indígenas pipiles ya no habla náhuat”.
Entrevista e investigación por columnista Helen Jovel Agreda 2024 ©
Fuentes bibliográficas: